[Ci-Fi] Homúnculus
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[Ci-Fi] Homúnculus
Este va a ser mi intento de pelearme con la ciencia ficción. Además, voy a intentar una vez más que quede bien algo escrito en primera persona. El capítulo 0 es solo un tocho de historia. Aunque no será indispensable para entender los siguientes capítulos, puede ayudar a entender por qué ciertos personajes y cosas son como son.
Capítulo 0
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 0
Primero permitan que me presente. Soy la alférez... bueno, ex-alférez Rihanna Path.
Para entender mi historia, primero deberían conocer el mundo en que vivo.
Estamos en el año 907 de la era galáctica. Para los que no sepan localizarla en el tiempo, se considera el comienzo de la era galáctica en el momento exacto en que la última sonda del proyecto MilkyMap alcanzó el último planeta conocido de la vía láctea. Para entonces, la humanidad había desarrollado tecnología suficiente cómo para cruzar toda la galaxia en pocas semanas utilizando los pozos de gravedad que generaban las estrellas, y para crear colonias plenamente funcionales en unas pocas horas gracias a la robótica y a los módulos prefabricados, que actualmente parecen ser la única forma de arquitectura fuera del sistema solar.
Con el tiempo, la humanidad se expandió por toda la galaxia. Millones de colonias y miles de billones de humanos proliferaron por todas las estrellas. Es casi imposible a estas alturas encontrar un planeta en el que no queden, por lo menos, restos de alguna expedición de exploración.
Sin embargo, muchas colonias dependían completamente del suministro externo de ciertos elementos, y muchas colonias pertenecían a empresas y corporaciones que sometían a los trabajadores a unas condiciones de trabajo infrahumanas, o los utilizaban como experimentos y herramientas directamente.
Los hechos que sucedieron durante la gran guerra galáctica son irrelevantes. Baste saber que ahora mismo aproximadamente cuatro décimas partes de la vía láctea pertenecen a la USF (United Solar Federation), una organización democrática que nació de la alianza política de las naciones terráqueas que reclamaban la soberanía de ciertos territorios en los planetas colonizados del sistema solar. Con el tiempo, varios millones de colonias se unieron a ella, pero su gran éxito no sería tal ni de lejos de no ser por la ayuda que reciben de los Meisser, una extraña raza alienígena, muy reservada, que ocupa toda una franja en medio del territorio de la USF, desde el centro de la galaxia hasta el borde.
La segunda porción más grande de galaxia pertenece al autoproclamado Imperio Kein, cuyo origen está en que los propietarios de varias de las corporaciones más poderosas durante la revolución colonial se auto-proclamaran "nobles" y reclamaran la propiedad de las colonias que habían construido. Los nobles eligen un emperador de entre ellos, quien dirigirá el imperio hasta su muerte. El asesinato del emperador se considera el mayor crimen posible, y está castigado con la muerte de toda la familia del asesino, de sus sirvientes y de sus seres probadamente más allegados. Tras la ejecución masiva, al asesino se le introduce en una cámara de privación sensorial en la que se transmiten directamente a su cerebro las ejecuciones, una tras otra, sin cesar.
Finalmente, el govierno Neo-Terrano es un gobierno fascista que nació de la unión de varias corporaciones en el pacto de Neo-Terra. Los avances en genética de los Neo-Terranos superan con creces a las demás facciones hasta el punto de compensar todas las carencias en otros campos de la ciencia. Los niños Neo-Terranos son criados en tarros y, desde que salen del tarro, se les lava el cerebro y se les divide en castas: Alpha, los líderes y generales; Beta, los científicos y técnicos; Gamma, los trabajadores que se encargan de las tareas menores; y Omega, los soldados. A los niños se los diseña genéticamente para desempeñar su función futura. Mientras que los Beta poseen más cualidades creativas y son los que más se diferencian unos de otros, los Omega son completamente clónicos. La cadena de mando en el ejército Neo-Terrano es increíblemente simple: Estan los líderes, Alphas que se mantienen lejos del campo de batalla y tan sólo diseñan la estrategia a segir, y los soldados, Omegas, a los que se les enseña desde que nacen el código Omega, una extensa serie de normas y reglas que hace que todos los soldados actúen por igual ante ciertas situaciones. Podría pensarse que ésto vuelve a sus ejércitos previsibles, sin embargo, el código Omega es sumamente complejo y prevee incluso esas presunciones por parte del general enemigo. Es tanto una guía estratégica cómo de psicología militar. Se dice que el libro lo creó el propio líder, de nombre original desconocido y llamado Alpha Supremo por todos.
Fueron éstos Neo-Terranos quienes crearon durante la gran guerra galáctica a los homúnculos: humanos creados, literalmente, de cero. En lugar de determinar la genética del feto, crearon las células de los homúnculos desde cero. Tras innumerables fracasos, crearon lo que se conoció como la primera generación de homúnculos. Lo que los hacía terribles no eran sus cuerpos, que generalmente eran unas máquinas de matar perfectamente diseñadas, sino sus poderes. Al crear de cero el genoma de éstos seres, podían hacer que sus cerebros se desarrollaran de formas especiales, dándole poderes de origen psíquico que a veces superaban la magia de los cuentos. Cada homúnculo de la primera generación poseía un poder distinto, además de ciertos poderes psíquicos básicos como la telequinesis, telepatía o cierto nivel de piroquinesis. Durante la guerra, algunos de los homúnculos se volvieron contra los demás, uniendose a las facciones menores de rebeldes anti-neoterranos. A consecuencia de ésto, la capacidad militar de Neo-Terra se vió duramente mermada, y se vieron obligados a salir de la guerra y mantener las colonias que aún les quedaban. La mayoría de las colonias rebeldes se unieron a la USF, y otras formaron el "pacto del círculo interior", una alianza de colonias en el centro de la vía láctea que se ayudan entre sí.
Tras la gran guerra, los datos del proyecto Homúnculus se perdieron y los propios homúnculos desaparecieron.
Eso fue hace más de quinientos años. Todos consideraban que los homúnculos estaban muertos, o, como era mi caso, que eran cuentos y leyendas de una guerra tan grande como fué aquella.
Alguien dijo que las leyendas nunca mueren.
Tenía razón.
Capítulo 1
Como ya he dicho, hace ya mucho tiempo yo era alférez. Por aquel entonces servía a bordo de la HMS Leid-787, una nave nodriza de guerra modelo Ares Mk II de la flota estelar del imperio Kein, diseñada para que más de doscientos mil soldados, operarios y personal civil vivan en ella y luchen desde ella.
Aquí cabría aclarar que, aunque no existe ninguna clase de ley en contra de ésta, la homosexualidad está conceptuada socialmente muy mal dentro de la mayoría de planetas del imperio. Ésto ha hecho que la flota estelar, un lugar donde todo el mundo está demasiado ocupado como para que las sospechas de que hay una lesbiana en la tripulación importen, se haya convertido en una de los destinos laborales más comunes entre los de mi... "condición".
Yo estaba a cargo de un grupo de técnicos de la sección de motores nº 3, y la mujer a la que amaba era soldado raso en uno de los escuadrones de seguridad encargados de vigilar la sección de motores de al lado, la nº 6.
El día en que mi vida cambió empezó como cualquier otro. Nos despertamos, nos duchamos, desayunamos y fuimos a relevar al otro equipo de técnicos de la sección 3. Aproximadamente cinco horas después, escuchamos las alarmas: se había declarado el estado de emergencia en toda la sección 2 del sistema de soporte vital, y se había cerrado el acceso a ésta y a todas las secciones adyacentes, entre ellas, la mía.
Durante varias horas, no recuerdo exactamente cuantas, escuchamos explosiones en todas las direcciones y los sectores fueron cerrados uno tras otro. Parecía cómo si hubieran peleas por toda la nave. Finalmente, el conflicto alcanzó la sección 6.
La comandancia no nos daba información, y yo estaba muy preocupada por mi amada. Ignorando mi deber de permanecer en mi puesto (no me habría librado de las consecuencias de semejante desobediencia si mis subordinados no me hubieran encubierto) acudí a la sección adyacente.
El pasillo que unía las dos secciones estaba en el segundo piso. Me asomé por la barandilla.
Recuerdo la escena perfectamente. En el primer piso, el escuadrón de seguridad estaba interponiendose entre el almirante de la nave y un hombre como nunca había visto. Su pelo era de color verde, muy vivo, y vestía un traje de camuflaje invernal de estilo militar, pero sin ninguna marca que lo relacionara con ejército alguno. Sus ojos eran dorados y brillaban en la luz tenue del primer piso, y llevaba a la espalda tres cilindros, que luego averiguaría que eran espadas, dispuestos en forma de asterisco. Le dijo a los soldados (y recuerdo claramente cada palabra y cada gesto): "Apartaos. ¿Es que aún no os habeis dado cuenta? Vuestro almirante es una abominación, un monstruo. Menos que un hombre, un homúnculo." Esa palabra se quedaría grabada a fuego en mi mente. El almirante respondió, notablemente cagado de miedo: "¿Qué... quién eres tú?", a lo que su oponente respondió con toda tranquilidad. "Séptimo homúnculo de la primera generación. Windwalker". "¡Eso es imposible!", gritó el almirante, cada vez más acojonado, "¡Estáis todos muertos!"
El sujeto se llevó la mano a la espalda. Los soldados le apuntaron, preparados para disparar en cualquier momento. El hombre, o mejor dicho, homúnculo, que se había identificado como "Windwalker" desenvainó lentamente la espada que estaba en horizontal a la altura de su cintura, y una vez desenvainada la clavó en el suelo cómo si el tritanio que lo recubría fuera mantequilla.
"Debo reconocer que has sido bien entrenado", dijo el homúnculo, "Pero te falta experiencia. Te falta la lección más importante: El miedo. De acuerdo. Me pondré serio."
Después, todo transucrrió, literalmente, en menos de lo que dura un pestañeo.
Al homúnculo le brillaron los ojos, e inmediatamente después, desapareció. Cuando me dí cuenta de qué había pasado, no había ni rastro del homúnculo ni del almirante, aunque en lugar de éste último había manchas de sangre como si hubieran desmembrado completamente a alguien de un solo golpe.
Todos los soldados, entre ellos muchos amigos y la mujer a la que amaba, yacían en el suelo, sangrando por la nariz, los ojos y la boca; muertos.
Capítulo 2
Me obsesioné. Me obsesioné con esa criatura, ese arma con forma de hombre. Deserté del ejército (en el Imperio Kein el alistamiento es de por vida) y me trasladé al círculo interior, el caldo de cultivo de la mayor parte de los ejércitos mercenarios de nuestra era. Prácticamente ninguno de los ejércitos mercenarios que se formaron durante la gran guerra seguía operativo, pero lo que me interesaba eran sus archivos y bases de datos. Rastreé los orígenes de los miles de ejércitos y encontré varias escisiones del ejército de los "Lightning Riders", formado por el homúnculo Odín después de separarse del ejército Neo-Terrano. Tras la muerte de Odín en combate, los oficiales del ejército se separaron y formaron otras organizaciones. Fuí saltando de una de esas organizaciones a otra, buscando información sobre los homúnculos. Aprendí a combatir, a usar la espada y el rifle. Me convertí en toda una soldado, pero no encontré nada sobre Windwalker a parte de algunas hpótesis sobre sus poderes. La teoría general era que podía alterar la mente de sus enemigos para relentizar su velocidad de procesamiento sensorial. El efecto general era que el cerebro no podía procesar todo lo que recibía y desechaba información, causandole al afectado la ilusión de que lo que estaba viendo transucurría sumamente rápido.
Tras doce años yendo de un campo de batalla a otro para ganarme los galones que necesitaba para acceder a los archivos de inteligencia de los ejércitos, me había hecho a esa nueva vida y, aunque no había cejado en mi obsesión, empezaba a creer que no volvería a ver a mi enemigo de pelo verde. Fué entonces cuando en "Valhalla", un ejército mercenario liderado por una mujer a la que llamaban "Die Walküre" (La Valkiria), conocí a Will. Aunque era joven, tenía el pelo blanco como la nieve y siempre llevaba las gafas de visión mejorada reglamentarias puestas, tanto en la nave nodriza como en el campo de batalla. Era médico de combate, pero hablaba con todo el mundo como si estuviera en la consulta de un hospital. Se me presentó como "Will, no William, sino Will, a secas". Más tarde descubriría quién era en realidad aquel hombre y el por qué de su excentricismo y de sus intereses, pero eso no viene a cuento ahora.
Dijo que había oído que yo estaba interesada en los homúnculos y que él también estaba sumamente interesado en el tema.
Le conté mi historia y lo que ví. Él se mostró sorprendido y me explicó que WIndwalker era un asesino frío, directo y preciso, que sólo atacaba a su víctima. Le extrañaba el hecho de que atacara a unos soldados rasos, a menos que le hubieran especificado que no dejara testigos, pero entonces yo tampoco habría sobrevivido. Me advirtió de que si no detenía mi persecución, podría acabar encontrandolo, pero no lograría nada con ello. Aún hoy no se si me arrepiento de no haberle hecho caso cuando pude.
Cuando le pregunté cómo sabía tanto sobre WIndwalker, me dejó un archivo con información sobre él. El archivo era mucho mayor que el de la base de datos del ejército y contenía información teóricamente clasificada por el ejército Neo-Terrano.
Era el séptimo homúnculo, de clase combatiente. La información sobre sus poderes eran las mismas teorías que ya había encontrado. Cuando los homúnculos se dividieron debido a la intervención de un tal Kū, aparentemente también homúnculo, Windwalker permaneció en el bando de los Neo-Terranos. Tras ser enviado a una misión de asesinato, desapareció.
A parte, el archivo contenía información sobre sus métodos y tácticas más comunes. Al fin parecía tener alguna pista.
Aún hoy no se si me delataron o si no cubrí mis huellas tan bién cómo pensaba, pero poco después, tras salir de un salto solar autorizado en territorio Kein, había una flotilla esperandonos. Reclamaban mi entrega inmediata por el asesinato de un almirante de la flota. La valkiria se negaba a entregarme pero, aunque estoy segura de que podríamos haber vencido a aquella flotilla sin demasiados problemas, cumplí con mi deber y me entregué voluntariamente.
Las semanas siguientes fueron un infierno.
Primero me interrogaron. Cuando me declaré inocente, me drogaron. Cuando a pesar de las drogas seguía procalamando mi inocencia, me torturaron. Los sistemas de tortura del imperio Kein son muy sofisticados y pueden causar un dolor extremo sin dejar marcas. Cuando me rendí y admití haber matado al almirante (cuyo cadáver, por cierto, encontraron en la zona de motores. Repartido por toda la zona de motores), hicieron un juicio público en el que se usó como prueba mi declaración. Luego fuí trasladada a Lemon Tree, una luna-fortaleza-prisión para criminales de guerra en lo más profundo del imperio. Allí me arrojaron a una celda sin luz ni agua y me colocaron un implante que se encargaría de reutilizar todos mis desechos para nutrir mis células sin pasar por el estómago, de forma que me mantuviera viva pero siempre con hambre. Puede sonar horrible y asqueroso, pero ese es el destino de quien asesina a un alto oficial del ejército Kein.
Un día, no se tras cuanto tiempo, estando ya cerca de la locura, volví a ver la luz. La puerta de la celda se abrió, y contra la iluminación del exterior, que me quemaba los ojos, se recortaba la figura que había sido fruto de mi obsesión durante más de doce años.
Yo estaba tumbada en el suelo, y con esos ojos dorados brillantes desde encima mía, me parecía alguna clase de demonio o dios siniestro. En mi imaginación le ví como un monstruo, e imaginé su voz como la de tal:
"¿Rihanna Path? Creo que me buscabas."
Capítulo 3
Me desperté en una cama. A pesar de que tenían la textura del cartón, la sensación de las sábanas sobre mi piel era como el edén después de aquel infierno de oscuridad, frío y hambre. Hambre. A mi olfato llegó el olor de la comida y abrí los ojos. Sobre una mesa metálica junto a la cama yacía un cuenco lleno de una sustancia grisácea que reconocí como el famoso "alimento genérico" que suponía el rancho diario en la mayoría de naves en que había estado. Devoré la sustancia como si fuera un festín, dejé caer el cuenco y me dejé caer sobre la cama. Por un segundo me deleité con la idea de que todo había sido una pesadilla, que seguía en mi puesto en la Leid-787, y que Sandra estaría terminando su turno ahora y viniendo hacia la habitación para pasar juntas la tarde que aún nos quedaba por delante. Pero aquel no era el techo de mi viejo camarote, ni ese ronroneo de fondo eran los motores de una Ares Mk. II. Me levanté y observé a mi alrededor. Por dios, ¿cuantos años había pasado en aquel agujero? el pelo me llegaba hasta los tobillos como alguna clase de manto, y llevaba ropas propias de un colono expedicionario. A parte del somier, la mesa, el colchón y el cuenco, no había más decoración en la sala, pero la puerta estaba abierta, así que salí a explorar.
En el pasillo, un sonido repetitivo pero casi imperceptible llamó mi atención ¿quizás se habían aguzado mis sentidos entre tanto silencio y oscuridad? Avancé por un túnel de servicio, diseñado más bien para los pequeños robots de mantenimiento que para una humana, y conseguí llegar al origen del ruido: una tubería goteaba agua -esperé que fuera agua-. La tubería tenía un manguito cubriendo la fuga, pero se había aflojado. Lo fijé bien utilizando una llave R-7 que había tirada al lado, y procedí a salir del túnel, en cuya entrada me esperaban unas botas y unos pantalones de camuflaje de nieve que recordaba perfectamente. Tanto el pánico como la ira se apoderaron de mí, puse la llave R-7 alrededor de su tobillo derecho y pulsé el botón de cerrado. Eso debería haber reducido su pie a un muñón deforme y sangrante, pero sin embargo fue la llave la que reventó, hiriéndome la mano. No pude reprimir el grito, mientras una mano entraba por el conducto y me agarraba del cuello de la camiseta. Intenté agarrarme a las paredes del túnel, pero era inútil. Inevitablemente acabé fuera y de pie, y mientras esperaba morir, decidí mirar a mi verdugo a los ojos. No me estaba mirando. Sosteniendo un cigarro sin encender en la boca, estaba mirando mi mano.
-¿Estas loca o que? -me preguntó, sin una brizna de reproche o ira en su voz. Más bien parecía... ¿preocupación?- ¿A quien se le ocurre ir atacando a la gente por ahí con llaves mecánicas? Podrías hacerle daño a alguien.
No supe cómo reaccionar. Era él, sin duda: pelo verde, ojos dorados, el uniforme de camuflaje sin señas y las espadas a su espalda. No supe que responder ni que hacer, y antes de que se me ocurriera me vi arrastrada hasta una habitación. Mientras me cubría la herida con cauterizador bio-reactivo, miles de pensamientos pasaban por mi mente, mientras yo permanecía callada como una niña avergonzada porque se ha hecho daño corriendo por los pasillos despues de que le advirtieran que no lo hiciera. Yo estaba sentada en la cama, y él se sentó en una silla frente a mí.
-De acuerdo, ¿vas a decir algo?
Al interrumpir mi tren, o más bien red de ferrocarriles, de pensamientos, reaccioné instintivamente, lanzé un grito de loca y me abalancé sobre él, quien me empujó, enviandome de vuelta a la cama.
-Vale, vale -gritó-, mal comienzo, ¡tiempo muerto! oh joder...
Volví a saltar sobre él y empecé a golpearle. Bloqueó todos y cada uno de mis ataques hasta que agoté todas mis fuerzas y caí de rodillas, cubierta de sudor, con los brazos doloridos y las manos sangrando por los impactos contra las protecciones de su uniforme. En ningún momento tuvo siquiera que levantarse de la silla.
-Infiernos, mira lo que te has hecho en las manos...
Me quedé callada, respirando fuertemente. Él se echó hacia atrás en la silla y se encendió el cigarro.
-Will me habló de tí -continuó-. Cuando te encerraron, Frejya, Die Walküre, como se hace llamar, lo mandó a buscarme para que le ayudara a entrar en la prisión. Debiste caerle bien.
-Eso es una gilipollez -respondí-. ¿Por qué iba a hacer eso por una soldado a la que apenas conocía?
-Oh, Will es así, siente el impulso irrefrenable de ayudar a la gente que conoce. No me extraña, habida cuenta de las cosas que hizo... no, que le obligaron a hacer en el pasado. También me contó por qué me persigues.
-Tu mataste a Sandra.
-No.
-Lo ví con mis propios ojos.
-No, no fui yo. Fue tu capitán, o almirante, o lo que diablos quiera que fuera, sacrificando a sus propios soldados en un intento desesperado de que su ataque más poderoso me afectara. Pero eso ya lo sabes, ¿verdad? Sin embargo, ese ya esta muerto, y no puedes vengarte de un cadáver despedazado.
La sala quedó en silencio, y tras unos segundos las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos. Caí hacia adelante y Windwalker se levantó de golpe para sujetarme. En ese momento le golpeé con las fuerzas que había recuperado entre sus piernas. Sin proferir sonido alguno, cayó de rodillas frente a mí.
-Te he dado, hijo de puta -solté entre lágrimas. Lloré por un rato más y luego me quedé dormida y, por primera vez en no se cuantos años, descansé.
Última edición por Nirian el Jue Ago 26, 2010 9:31 pm, editado 5 veces
Nirian- Gran conocido
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Re: [Ci-Fi] Homúnculus
uhmmmm que historia tan interesante... una visión futurista del periodo de entreguerras y la 2 guerra mundial en si.
Eärendil- Famoso
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Re: [Ci-Fi] Homúnculus
Y la otra historia? Por cierto,interesante.
Ian- Gran conocido
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Re: [Ci-Fi] Homúnculus
La otra historia ya la he continuado, pero para no llenar todo el hilo de tocho-post, voy ampliando el primer post con los distintos capítulos.
Nirian- Gran conocido
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Re: [Ci-Fi] Homúnculus
espero que subas el siguiente capítulo rápido XD
Eärendil- Famoso
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Re: [Ci-Fi] Homúnculus
Eärendil escribió:espero que subas el siguiente capítulo rápido XD
Lo siento, pero esto va según me vengan las ideas. Luego hay ideas que desecho y reutilizo en otras historias, así que ni yo puedo saber cómo voy a seguir la historia. Aunque tengo más o menos el concepto del capítulo 1, claro...XDD
Nirian- Gran conocido
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Re: [Ci-Fi] Homúnculus
Bueno, he escrito el capítulo 1 y lo he puesto (mirar ampliación del primer post), pero me da la sensación de que esta historia me está saliendo bastante peor que la otra. Quizás sea porque esta sacada de una idea original ajena a mí, o quizás simplemente no estoy hecha para la ciencia ficción XDD.
Nirian- Gran conocido
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Re: [Ci-Fi] Homúnculus
waaaaauuuu el capt 1 muy muy bueno
Jecht- Famoso
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Re: [Ci-Fi] Homúnculus
Bueno, yo no diría tanto, pero ya que te gusta tanto, ahí tienes el capítulo 2. XDDJecht escribió:waaaaauuuu el capt 1 muy muy bueno
Nirian- Gran conocido
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Re: [Ci-Fi] Homúnculus
o3o Me ha dejado con la intriga y explicas todo con mucho detalle,me encanta >0< Aunque me recuerda al sistema Sop de MGS
Ian- Gran conocido
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Re: [Ci-Fi] Homúnculus
¡Y ahí va el capítulo 3!
Nirian- Gran conocido
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Re: [Ci-Fi] Homúnculus
Ahí va mi lectura del 3 ! o3o
Ian- Gran conocido
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